Bienvenido de nuevo: "Padre Luis Böll" o Ludwig Böll
Por: Apolinar Beltrán Villazón

Siempre que se escucha en el municipio de Puerto López – Meta, que regresa de nuevo a visitar el pueblo «el padre Luis Böll», o el «cura Alemán», quienes lo conocieron propios y foráneos, comienzan a recordarlo con aprecio. Rememorando cómo fue su llegada en ese año de 1973, cuando se convirtió en el líder de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, a partir de allí comenzó a construir con el mismo pueblo: agricultores, navegantes, pescadores, transportadores, ganaderos y otros sectores económicos; su misión pastoral, plasmando en cada obra su vocación social y de servicio.

Una labor y liderazgo que duro más de 20 años, donde «el padre Böll» se ganó la confianza y apoyo de la mayoría -inclusive- de la dirigencia del pueblo, sobre todo por su honestidad y pragmatismo.

Hoy nos «visita» con sus 83 años de vida, con su rectitud y querencia, que sembró cuando un día abandono su tierra natal Würzburg para venir a dejar huellas pastorales, sociales, económicas, laborales en el centro geográfico de Colombia. Obras y estructuras que aún persisten con el pasar del tiempo, pese a que la mayoría han perdido su objetivo, sentido social y altruista con las cuales, en su momento, las proyectó el padre Luis y el pueblo de aquellos tiempos.

El inicio y recuerdo de su obra:
Inicia su obra pastoral y arreglo en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, la construcción de iglesias en algunas veredas del pueblo y en conjunto puestos de salud y ayudas en escuelas rurales. Desde el primer año comenzó el fortalecimiento, planeación y proyección del colegio de la Sabiduría (existían 6 salones en 1973 y era anexo al colegio Olaya Herrera) en conjunto con las Hermanas de La Sabiduría, quienes a finales de 1950 hacían presencia en este territorio, luego, también conjuntamente a las «hermanas” comenzaron la construcción del Jardín San José «el colegio de los niños y niñas».


Inició un proceso de organización y orientación con las Juntas de Acción Comunal, agremiándolos en una especie de federación, financiadas en la mayoría con recursos provenientes de Alemania.

Gestionó el Sena en Puerto López, donde este hacía las veces de profesor, con talleres de ornamentación, motores y otras áreas. Construyo el comedor infantil, co-ayudó a causas cívicas y populares de reclamación social para que se ejecutaran, fue parte de la Junta Directiva para la construcción del barrio El Prado y proyección de otros barrios. Sin embargo, su obra social y cívica de relevancia fue la creación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, y con ello la consecución de recursos y la misión encomiable de hacerle entender a la clase política de aquellos tiempos de la importancia de mantener el Cuerpo de Bomberos en el municipio, del cual fue su comandante y «jefe» de dicha institución. Fue quién promovió la fundación del «hogar la Milagrosa» por su preocupación por los adultos de la tercera edad desprotegidos, como también estableció e institucionalizó jornadas de beneficencia cada año, con el objetivo de recoger fondos para los niños de escasos recursos económicos.

Muchos «ahijados» los recuerdan por ser el artífice de ayudas o becas a cientos de estudiantes en bachillerato, en el proyecto de vida de técnicos en diferentes áreas y otros profesionales, donde el «padre Luis» conseguía las becas o recursos internacionales y se entregaban a estudiantes de bajos recursos y buenos logros académicos.

La vida y obra del padre «Luis Böll» reposa en la revista Nueva Conciencia No. 15 del 2003. ¡Bienvenido «padre Luis Böll» a su pueblo adoptivo, donde los niños y los jóvenes del ayer, lo recuerdan con aprecio y respeto!
