LA NUEVA CONCIENCIA

JUAN DÍAZ: OROCUÉ, LA LANZA Y LOS TIGRES

Por: Apolinar Beltrán Villazón.

Gestor cultural y periodista

Ilustración de lucha: hombre y tigre (tomada internet)

Ahora, que están apareciendo: tigres, pumas, leones americanos, jaguares, tigrillos y otros felinos de la misma especie en serranías, parques naturales, «zonas protegidas» y orillas o límites de los ríos Metica, Meta, Manacacias, Yucao y Melúa de Puerto López, en sitios históricos, estratégicos y naturales como el «Alto de Marayal», Menegua, Alto de Navajas y la serranía del Melúa, entre otros lugares. https://www.eltiempo.com/amp/colombia/otras-ciudades/accidente-de-de-motociclista-con-un-puma-en-vias-del-meta-689246#amp_tf=De%20%251%24s&aoh=17125002791120&referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com 

Debido al sin número y recientes apariciones de felinos, algunas personas longevas  han traído a la memoria, cuando este territorio era habitado por «manadas» de tigres y leones, y con ello, la remembranza de un «gladiador llanero» que se defendía con una rústica lanza, cada que era amenazado, se encontraba en el camino o cazaba un tigre: Juan Díaz.

Juan Díaz

Barrigón, Lajitas Merreyal (hoy, Marayal) y Cabuyaro

A partir de 1915, época en esta región de los llanos y Orinoquía donde la economía y trabajo giraba en quehaceres del ganado, la pesca, el comercio por los ríos y la caza y compra de pieles de caimanes, felinos, plumas de garzas, estas comercializaciones se pagaban en «monedas de oro». Eran los tiempos de paso hacia las «caucheras» y relatos de la Vorágine, los sitios más nombrados cerca a los ríos Negro, Humea y Meta, eran: Pachaquero (hoy Pachaquiaro), Barrigón, Lajitas “Merreyal» y Cabuyaro, algunos eran asentamientos donde existían indígenas achaguas, sikuanis y «guahibos» o descendientes de estos, evangelizados en su mayoría por reverendos Jesuitas y Monfortianos. 

 

¿Cómo llegó y quién era Juan Díaz? 

Fue en este período donde apareció un hombre de poca estatura, sombrero y cuchillo al cinto, nacido en Orocué (Casanare) en 1894, quién a partir de 1915 y en pleno verano decide remontar el río Meta en un bongo, con vela y palanca, en conjunto de su esposa, su hermana (Zoila) y sus pequeños sobrinos. Después de varios días de aventura y travesía en el río Meta llegó al sitio llamado «el charco Miti-miti» ubicado en el Alto Navajas (hoy, cerca del río Metica), años siguientes se estableció en la serranía del Alto de Menegua, luego comienza su trasegar en este inhóspito territorio, donde tigres y otros felinos atacaban y acechaban por manadas de noche o de día. Fue entonces, cuando Juan haciendo honor a su casta de hombre llanero empieza a defenderse con su legendaria lanza y «oraciones» que traía desde Orocué.

Noe Arciniegas Díaz (sobrino de Juan Díaz),

quién posee el vestigio de la lanza de más de 100 años.

En este ambiente inhóspito comienza a proteger a su familia, sus cerdos, perros y ganado de los voraces tigres y otras especies, desde ese momento comenzó el «voz a voz» en pobladores de la serranía, de que existía un hombre que no le temía a los tigres, y con ello, los mitos y dichos sobre estos felinos, como: «el tigre siempre mide en la pisada o huella el valor o miedo de su adversario», «para frentear un tigre, primero toca fumar tabaco», «cuando el tigre alcanza a orinar su presa, de fijo se lo traga», entre otros. 

 

Merreyal, Majaguyal y Achaguas 

Del Alto de Menegua Juan se desplazó con su primera compañera hacía el sitio llamado «Merreyal», donde este encontró a sus alrededores familias indígenas o descendientes de estos, como: Cuyares, Peréz, Ipúja, Cabirrían, Solano, Arciniegas, Aguirre y Solano, entre otras familias, con las cuales se mezclaron o «emparentaron» algunos de sus descendientes, fue en este mismo sitio llamado Marayal, donde nacen algunos de sus primeros hijos, entre ellas la mayor llamada Rosana quién nace en 1819, convirtiéndose estos hijos de Juan en los primeros pobladores de la zona rural y luego urbana del sitio conocido como Puerto Banderas, más tarde fundado o reconocido como Puerto López en 1937. 

 

Los descendientes de Juan Díaz fueron: Rosana, Zenobia, Juan Hernán, Margoth, Martha, Luis, Noely, Jaime, Stella, Verenilce, Helena, Emilio y Henry. (A hoy, la mayoría de hijos han fallecido). 

Zenobia Díaz Solano nació el 30 de enero de 1933 en Marayaly fallece el 10 de mayo del 2014.

Margoth Día Solano nacio el 31 diciembre de 1938 y fallece en el 2013.

Rosana Díaz Solano: nació el 2 de enero de 1919 en Marayal (Puerto López) y fallece el 2 Septiembre de 2001.

Fue en este territorio llamado Majaguyal (mataredonda) -hoy Marayal-, donde Juan, su lanza y valentía hicieron leyenda, pues este se enfrentó con un descomunal tigre, cuerpo a cuerpo, -un encuentro a muerte-, donde éste logra vencerlo, pero quedando con serias heridas y marcas de aquel combate: heridas y cicatrices en su cara, brazo izquierdo, espalda y una pierna para siempre. Combate que fue recordado siempre por los pobladores y vecinos de esa región. Sin embargo, estas heridas, no fueron impedimento para que este llanero «de pura cepa» no siguiera recorriendo este territorio y se estableciera por temporadas en otros sitios, como Tunupe, Carupana, (Casanare), Chaviva y Cabuyaro, para culminar sus últimos años – fallece de 89 años- en el barrio Guadalupe Salcedo en municipio de Puerto López en conjunto de su lanza y la compañía de sus últimos hijos. 

Barrio Guadalupe Salcedo, sitio donde residió Juan Díaz y sus hijas mayores en Puerto López, Meta.

Nota: La lanza de Juan Díaz existe en la ciudad de Villavicencio, como una «insignia de sobrevivencia» y recuerdo familiar de quien fue uno de los primeros colonizadores, y sus hijos los primeros pobladores de ésta inhóspita tierra, donde tocaba «defenderse» de tigres, fieras voraces y enfermedades endémicas de aquellos tiempos, el nombre de «Juan Díaz» perdura en muchos de sus tataranietos o cuadrinietos y en esta región en el recuerdo de varios pobladores. https://youtu.be/V2eKtErL2Vw?si=7vbcSVHzYxsEIhEz