LA NUEVA CONCIENCIA

"LA REVANCHA" UN ALMACÉN CON NOMBRE PROPIO: "DONDE RÓMULO"

Por: Apolinar Beltrán Villazón 

Rómulo Muñoz Álvarez

Son varias las generaciones de Puerto López que han sido vestidas con las confecciones de «don Rómulo», quién vive en el recuerdo de los niños y jóvenes del ayer y los clientes del presente.

Fue este «sastre – comerciante» llamado Rómulo de Jesús Muñoz Álvarez, conocido popular y comercialmente como «don Rómulo» que desde su llegada a este pueblo comenzó a -cortar, coser y confeccionar- desde pantalones, camisas y otros atuendos por encargo a pescadores, agricultores, navegantes y personas que requerían de sus servicios de confección, en su establecimiento llamado «Almacén y Sastrería Medellín» ubicado cerca al «parque La Ceiba» y que poco a poco se convirtió en un conocido almacén donde se vendían desde un cremallera, tela, ropa y demás confecciones. 

 

En visita a su tío N. A. 

Fue en 1968 cuando Rómulo, deja atrás su «Medellín del alma», sus quehaceres como vendedor de panela y otras labores comerciales, cuando decide  abandonar su pueblo natal Ebejico (Antioquia) y decide venirse hacia los Llanos Orientales buscando un pueblo llamado Puerto López, que quedaba a orilla del río Metica, allí se encontraba su tío Nicanor Álvarez quién tenía un distinguido almacén de ropa, telas y zapatos llamado N.A., fue precisamente muy cerca de su tío donde Rómulo inició sus labores de sastre y coloco su «Almacén y Sastrería Medellín»

Reunión en 1978, de personalidades de Puerto López, en el sitio denominado «casetabla» para solicitar y coadyuvar en el arreglo de la vía de Puerto López  a Cabuyaro, en la foto: Rómulo Muñoz, periodista Esperanza Vargas Quimbaya (locutor y periodista), «técnico de locución» Miguel Ortiz (Gerente Telecom), Pedro Molano (Ganadero), Gladis Bernal de Molano y niños. (Der. a Izq.)

Corte, cosido y uniforme estudiantil 

Con la  tradición que tienen los paisas, su recursividad, trabajadores,  alegría, habladores, arriesgados,  sinceros, solidarios, pero ante todo, buenos  emprendedores, Rómulo no siendo ajeno a esa cultura antioqueña, empezó su negocio, y en poco tiempo, su combinación laboral de «cortador y sastre» y vendedor de telas y ropa  convirtió su almacén en un reconocido «negocio paisa», donde -aún- la compra de los  uniformes estudiantiles (diario y física) es toda una costumbre, y con ello, la venta de zapatos estudiantiles, medias y escudos institucionales. Temporada en la cual «don Rómulo» genera varios empleos tanto en venta como cosido de uniformes a varias modistas del pueblo. 

Equipo de Fútbol. Época de 1980. Comerciantes y «colonia paisa» en Puerto López: Ariel González, Max Shord, Ignacio Ocampo «Nacho el tornero», Héctor Moncada, Héctor Pachón, de cunclillas: Rodrigo García, Rómulo Muñoz, Arevalo, Alfredo Londoño. (Izq. a derecha)

De “Almacén y Sastrería Medellín» a “La Revancha”

Del sitio de sus inicios el almacén y sastrería, pasó a la zona céntrica del pueblo entre la calle 5a. y 6a., con carrera 8a. (Hoy papelería Popular), allí funciono por varios años, hasta que, a principios de 1990, el “Almacén y Sastrería Medellín” cambia el nombre y de sitio por “La Revancha «donde Rómulo»”, y su ubicación -aún- en la calle 6a., entre cra. 7a. y 8a., fue en este sitio donde reabrió y comienza de nuevo, ese emprendedor y hombre de querencia y apostador al desarrollo económico y empresarial de Puerto López, pues según él, «las caídas, en la vida y los negocios son normales, y se ha tenido que parar de varias, como la quema del almacén, deudores que nunca pagaron y otras», por eso el nombre de su almacén: La Revancha.

 

La colonia paisa en los Llanos

Como «buen paisa» desde que llegó, busco a otros «antioqueños» que residían en este territorio para conformar su «colonia» y participar o colaborar en cuanta fiesta, celebración, actividad cultural, deportiva o reclamación cívica o social -se realizara-. Siempre la presencia o vocería de Rómulo Muñoz -estaba ahí-, como comerciante o ciudadano del común, eso sí, siempre reconocido por estar en cuanta fiesta o ágape se realizara, allí estaba, acompañando esos momentos con unos «buenos tragos» -según él, –  aguardiente, cerveza o whisky y buena comida, pues no existía evento que no colaboraba en el pueblo. 

Almacén La Revancha «donde Rómulo».

Y sigue La Revancha 

Hoy, «don Rómulo», sentado, sonriendo y saludando, amable y dicharachero, como siempre, hoy a sus casi 79 años de edad y 56 años desde que llegó a este pueblo, Rómulo de Jesús agradece a Dios, su familia, a sus clientes, buenos amigos, y a su «pueblo adoptivo» -Puerto López-, no sin antes hablar de la belleza y la cultura de su tierra, Medellín, la cual visita cada que puede: «pues Medellín como este pueblo, tienen problemas, pero son hermosos y buenos para vivir».