LA NUEVA CONCIENCIA

CORMACARENA, BONOS DE CARBONO Y VENADOS Y CAJUCHES

Por: Apolinar Beltrán Villazón

Mientras en el Meta, sigue la puja por qué grupo politiquero se queda con ese «botín institucional» llamado Cormacarena, y así lograr el deseado  poder, contratos de «reforestaciones» y nombramiento de O.P.S. por conveniencia -siempre ha sido así-, en la altillanura y en la serranía del Melúa, algunos campesinos, ganaderos y ambientalistas de la altillanura observan y comentan un extraño fenómeno natural, con una inusual sobrepoblación de venados y «marranos cajuches», a lo cual estos aducen que se debe al cambio y uso del suelo, pues desde que los gobiernos comenzaron hablar de «bonos de carbono» o incentivos para la siembra en grandes extensiones de especies foráneas:  pino, eucalipto, acacia magniúm, caucho, machaco, pavito, entre otras especies, con estas «imposiciones»  han «desaparecido» «matas de montes», bosques primarios y hasta «morichales» de esta región, y con ello el habitad de venados y cajuches y otros animales, que en su afán de protegerse y buscar alimento llegan a otras siembras de menor extensión o «bosques nativos» donde existen árboles como: arrayan, machaco, yopo, caracaro, carbonero, dormidero, pavito, ceiba, árboles de los cuales comienzan a alimentarse, arrasar y crecer de forma descomunal «sobrepoblación», fenómeno natural al cual pocos o nadie coloca atención, pues al parecer a quienes pretenden el «botín» en Cormacarena solo interesa el poder más que su funcionalidad y objetivos, y a quienes obtienen los «bonos de carbono» y sus incentivos solo interesa sus maderables. Mientras que los pequeños propietarios de siembras maderables y nativas, los venados y hasta cajuches luchan por no ser exterminados por las «especies foráneas» en su propio territorio.