Esta Columna o denuncia fue publicada en el diario EL EXTRA del 8 de febrero del 2013.
EN MEMORIA DE LOS MUERTOS EN LA VÍA ENTRE PUERTO LÓPEZ Y PUERTO GAITÁN, META.
Apolinar Beltrán Villazón
Gestor cultural


Son tantas las lágrimas y huérfanos que ha dejado hasta la fecha la cacaraqueada vía de Puerto López a Puerto Gaitán, pero más triste, fue cuando en los anhelados consejos comunitarios (No. 223 del 2006 en Villavicencio) o “funciones circenses” del presidente Álvaro Uribe Vélez, algunos creyeron que era verdad la función del momento. Recuerdo que allí estuvo una delegación de lideres en representación de los dos municipios, quienes llevaban la queja o denuncia de las irregularidades que presentaba la vía: -que no tenía berma, faltaba señalización, que en muchos tramos el perante no era el indicado, en sí, que era una vía peligrosa y mal construida-, entonces Dr. Uribe, apelando a su astucia de –abogado-culebrero-, respondió e hizo parar y delegar la responsabilidad en su escudero y ministro el Dr. Uriel Gallego, quien expreso que todo lo dicho se iba a tener en cuenta, incluyendo profundas investigaciones sobre la construcción antitécnica de la vía. Pero como muchas cosas del gobierno de “Adelante presidente”, solo fueron evasivas.
Hoy, quienes transitan esta vía, personas que conducen su motocicleta como medio de subsistencia o medio de transporte, en su mayoría parceleros de esa zona, trabajadores de los diferentes cultivos tardíos (palma, caucho, pino, entre otros), indígenas de los resguardos y estudiantes, entre otros, tienen que surfear con la suerte de no ser arrollado por alguna tractomula petrolera, tractocamión, o hasta por los mismos carros que en el argot estos pueblos se conoce como “los camiones de los marranos de Uribe”, (camiones que transportan los cerdos de la FAZENDA), y ni que decir de los muertos o minusválidos que han dejado varios accidentes cuando se trata de buses o carros particulares varaos en la vía, pues no tienen siquiera perímetro para su parqueo. Es normal escuchar diariamente la ambulancia partir desde Puerto López hacia Gaitán, (o viceversa), a recoger los muertos o heridos que dejan estos “borradores vehiculares” que transportan el petróleo, materia prima o los intereses del sector financiero o de las multinacionales a grandes velocidades.
Estos muertos, heridos o minusválidos, solo entran a llenar las estadísticas de los accidentes del país, la mayoría son pobres, y lo único que les queda a sus familias es emprender la lucha para demostrar quien tuvo culpa en la vía de la altillanura, a lo que los “muleros o tractocamiones” no temen, pues al fin y al cabo el seguro del vehículo de los grandes capitales cubre el valor del acontecimiento. Me imagino, que tanto el Dr. Uribe como el Dr. Gallego, surcan el aire en sus helicópteros particulares y desde lo alto, observan lo hermoso del desarrollo de su Seguridad Democrática ahora Confianza Inversionista, mientras los gemidos y las desgracias de los más pobres quedan en la vía sin tener eco de justicia.»





Hoy, finalizando el mes de noviembre del 2024, lo único que ha cambiado en esa via, es la «prontitud» del llamado de las ambulancias a los sitios de los accidentes, y el arreglo de las casetas de los peajes de «Casetabla y el del Yucao», como también algunos kilómetros que «reparchean»; del resto todo sigue igual: la vía sin la reglamentaria berma, una vía sin la requerida señalización, iluminación y angosta, faltan «puentes pasa fauna» y en ciertos kilómetros se observan las pésimas condiciones técnicas. Una vía que por el alto índice de accidentalidad en cualquier país desarrollado sería suficiente para que el Estado, el ministerio de transporte o el Instituto Nacional de Vías, se pronunciará, sin embargo, esa cantidad de accidentes, heridos, «atropellados» y muertos son solos cifras y noticias locales o regionales.
Es de aclarar, que existirán otras causas, variables, factores o circunstancias que han causado algunos de estos accidentes presentados en esta vía, sin embargo alguien debía de asumir esas falencias que observan y son inocultables en esa vía concesionada de Puerto López – Puerto Gaitán.

