LA NUEVA CONCIENCIA

EL INFINITO Y COSTOSO PBOT DE PUERTO LÓPEZ, META.

Por: Unidad Investigativa Local

Desde que se aprobó en Puerto López, Meta, el famoso y costoso Plan Básico de Ordenamiento Territorial (P.B.O.T.) en el año 1999, en la mayoría de los casos ha traído consecuencias que evidencian la dudosa idoneidad y profesionalismo de quienes estuvieron a cargo de su realización, aprobación y ejecución.

Supuestamente, cuando se elaboró este P.B.O.T., se afirmó que era uno de los mejores. Sin embargo, nunca se esclareció el por qué ni quién lo decretó, y solo se escucharon las fanfarrias de la administración de esa época. Con el tiempo, dicha afirmación fue desmentida al comparar, leer y analizar la realidad, así como al contrastar cifras y estudios. Finalmente, la verdad y la objetividad prevalecieron sobre la manipulación de sus gestores.

Posteriormente, este supuesto estudio, investigación y diseño del P.B.O.T. se presentó en un compendio de cuatro libros y un CD. Sin embargo, cada alcalde de turno lo ha adaptado a sus intereses o «caprichos», convirtiéndolo en una «colcha de retazos y contratos». Se han realizado ajustes «necesarios», estudios, «planes de riesgo» y modificaciones que, en la mayoría de los casos, responden más a conveniencias personales que a verdaderas necesidades. Además, dichas modificaciones han estado acompañadas de cifras cuestionables en los contratos. Un ejemplo claro es la inclusión de zonas de alto riesgo, como calles ubicadas en áreas perimetrales de ríos, caños, humedales o lagunas. Estas áreas, tras ser intervenidas en el marco del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado, se han convertido en focos de alta contaminación y en «cuellos de botella» de un plan que no es funcional. Este problema, entre otros, evidencia las graves falencias del trazado del P.B.O.T.

Nunca se ha entendido por qué los concejales de turno han aprobado —y siguen aprobando— dichos ajustes sin los estudios adecuados, frecuentemente con serias deficiencias y violando normativas, incluso incurriendo en supuestos plagios. Muchos de estos contratos y aprobaciones han generado demandas, pero estas suelen quedar en el olvido o prescriben por vencimiento de términos.

En los últimos años, los «ajustes y más ajustes» al P.B.O.T. solo han servido para prácticas como el «volteo de tierras» y la adecuación de usos del suelo según los intereses del mejor postor. Esto ha derivado en pésimas obras, como la Planta de Tratamiento para Aguas Residuales, entre otras. Esta problemática afecta tanto a la zona urbana como a la rural.

La mayoría de los puertolopenses desconocen la verdadera función del Plan Básico de Ordenamiento Territorial y su aplicabilidad. Esto es aprovechado por los mandatarios más astutos para lucrarse y proyectar un falso desarrollo ambiental, territorial, social y económico. Años después, estas decisiones se traducen en graves problemas de desarrollo y planificación para el municipio, todo con la complicidad de los entes de control de turno, y las consecuencias las terminan pagando, como siempre, el pueblo.