Para finales de 1970 hasta principios de 1990, la navidad para muchos niños y niñas en Puerto López fueron inolvidables, pues personajes como el padre «Luis Böll, la hermana Ángela y Mercedes, y algunas «señoras de apoyo y logística», organizaban con meses de antelación cada navidad con el fin de que fuera un día único para los menores.

Todo comenzaba con una selecta selección y antelación de los pequeños de escasos recursos -eran la mayoría- los cuales eran invitados con «dos boletas», para asistir a un noble evento de navidad el día 22 y 23 de diciembre, el primer día les brindaban un almuerzo, piscina en «El Jardín San José» y presentaciones, y día siguiente, con una organización y respeto hacía los niños, recibían sus regalos. Los pequeños se despedían-uno a uno –con un abrazo, una bendición del padre Bóll y una mirada de cariño de las hermanas–.