LA NUEVA CONCIENCIA

IN MEMORIA DE BALALÁ O MIREYA

Por: Apolinar Beltrán Villazón

“EN UN PUEBLO SIN MEMORIA, TODO PASARÁ A LA HISTORIA”

En un pueblo sin memoria, es bueno recordar episodios tristes y que no se deben de olvidar, se deben recordar para que nunca más se vuelvan a repetir.

En este 2025 se conmemora un año más de la muerte de Edgar Enrique Sánchez Echeverria o «Balala».

Asesinado de la forma más vil por culpa de la violencia,  -esa «cultura traqueta»-, la intolerancia y la   impunidad que -aún- sigue enquistada en algunos sectores del municipio de Puerto López, Meta.

Este 7 de enero del 2025 se cumplen 18 años del asesinato (1962 – 2007 +), de quien fue un símbolo de la libertad, libre expresión, diferencias sexuales, género, tolerancia: Edgar Enrique Sánchez Echeverria conocido popularmente como «Balalá», «Mireya», «Paloma», «La Caponera», «Paquita Gallego», “Laiza», entre otros remoquetes que pasaran por la cabeza de este personaje y que este asumía como «nombre o remoquete» propio en el trasegar diario en su pueblo Puerto López.

Derechos de autor a: Herminson Leyton – https://www.facebook.com/share/v/186ALCTNCK/

 «Mireya» un «artista de la vida» con su propia obra de teatro callejero, y sorprendido por la muerte una mañana de un verano del mes de enero y que pese al «fuerte» reclamo de un sector de la sociedad puertolopense: «una marcha clamando justicia», varios medios nacionales, departamentales y locales, -nada paso-, en un pueblo donde la impunidad son las espinas verdes que -aún- circundan todos sus calles, carreras o esquinas.

La descripción de vida y muerte de este personaje reposa en la revista La Nueva Conciencia y otros medios regionales, a la fecha su vil asesinato, reposa en los cimientos del olvido, solo el recuerdo de sus canciones preferidas, que en todos sus cumpleaños -los 25 de mayo- solicitaba a la emisora del pueblo o al «periodista o locutor» del momento: «puño de tierra» o «la gaviota traidora”.

Escrito para varios medios impresos por el periodista y gestor cultural Apolinar Beltrán Villazón En 2012 y 2020:

Día de la diversidad sexual L.G.T.B.I. 

“Mireya Sanchez» o «Balalá» fue un verdadero símbolo de la diversidad sexual, trabajo,  libertad y tolerancia, podemos afirmar que fue uno de los primeros «gays»  que logro ganarse un espacio y respeto en un pueblo  donde las diferencias sexuales no eran permitidas, en medio de un atraso social, cultural y barbarie en Puerto López, sin embargo Edgar Enrique Sánchez Echeverría  hasta en los últimos  momentos de su teatral vida, lucho por enseñar que la diversidad sexual y de género se debe respetar y aceptar en cualquier sociedad. La comunidad de Puerto López nunca olvida este querido y pintoresco personaje. (Balalá nació el 25 de mayo de 1962 y fue asesinado el 7 de enero del 2007).

 

Entrevista, crónica y reportaje yace en la Revista la Nueva Conciencia No. 17  – No. 21 y reseña en el libro Yacuana.

¿Quién fue “Balalá”?

 

Edgar Enrique, hombre de mil colores

el primero en alzar su voz

para gritar su amar diferente.

Viviendo en medio de la violencia

Conociendo de primera mano, la guerra,

Los dolores y horrores del municipio.

En la memoria cultural de Puerto López, está “Balalá”

Recordado por su gusto a cambiar su nombre de acuerdo con la protagonista de la telenovela del momento.

Hombre honrado, solidario, respetuoso, coqueto y alegre…

sonrisa afable y saludo a cuanta persona encontraba en sus recorridos

Edgar Enrique, rompió con los esquemas de hombre llanero

Fuerte, hábil, varonil y salvaje

Y, por el contrario

Balalá se dedicaba a las labores domésticas, lavar, planchar, cocinar, vendedor de tungos, entre otros.

En medio de un entorno cruel y de constante presencia paramilitar

Se gano el respeto y cariño del pueblo  

La aceptación y reconocimiento de la diversidad del otro.

Fue un 6 de enero del 2007

Cuando salió a bailar, gozar y divertirse

Pero en horas de la madrugada

Su esencia fue extinguida a manos del odio de algunos

Este hecho marco la historia de una comunidad entera

Fue la indignación de miles

Unidos por la alegría arrebatada a Balalá

Un dolor colectivo, que, tras 18 años, sigue latente.

Y este, como muchos otros,

es un crimen que muestra el rechazo estructural a la diferencia,

la discriminación y exclusión de unos cuantos

que culmina en asesinatos por homofobia

Por: Laura Samira Beltrán Gaitán

Estudiante de Derecho de la UdeA