Todos los días Henry Gutiérrez recorre el municipio en su cuatrimoto, realizando labores de publicidad con el parlante adaptado a su vehículo, al preguntarle por su discapacidad, responde: «fue accidente sobre un caballo, que salió desbocado, fue hace más de 20 años, por no tener cuidado, y mi discapacidad es de más del 50 por ciento», relata, como tampoco olvida su natal caserío de Remolino.

Al indagarle, que sí aún toma cerveza, afirma sonriente y con mirada picaresca: «de vez en cuando, una para sed». Después parte a realizar sus labores, no sin antes colocarse el casco, prender su cuatrimoto y «parlante» para hacer perifoneo de algún almacén donde le colaboran y ayudan.