LA NUEVA CONCIENCIA

GUERRA COMERCIAL DE TRUMP, OPORTUNIDAD PARA COLOMBIA

Por: David Mora*

*David Mora, economista, magíster Economía del Desarrollo Metropolitano y Regional, analista económico y docente universitario.

La guerra comercial que ha desatado el presidente Trump en varias zonas del planeta tiene a todos los países en alerta, debido a los posibles efectos negativos que esta puede generar en sus economías.

Para entender la decisión de Estados Unidos de incrementar aranceles a bienes como automóviles, microchips, productos farmacéuticos y químicos, petróleo, gas, acero y aluminio, entre otros, es clave saber que este país cerró 2024 con un déficit comercial superior a 918 400 millones de dólares, un incremento del 17 % respecto al año anterior.

Las exportaciones estadounidenses sumaron 3,2 billones de dólares, con un crecimiento del 3,9 %, mientras que las importaciones alcanzaron 4,1 billones de dólares, con un incremento del 6,6 %.

  • LOS PRINCIPALES SOCIOS COMERCIALES EN LA MIRA

Por esta razón, el foco de la guerra comercial de Trump está puesto en los países con los que Estados Unidos tiene mayor déficit:

  • China: 295.400 millones de dólares.
  • Unión Europea: 235.600 millones de dólares.
  • México: 171.810 millones de dólares.
  • Canadá: 63.340 millones de dólares.

Estos cuatro mercados representan más del 61 % de las importaciones de bienes de Estados Unidos.

La situación empeora si se analiza únicamente el comercio de bienes, ya que el déficit comercial total asciende a 1,2 billones de dólares. Esto se debe a que la balanza comercial de servicios es positiva en 293.300 millones de dólares.

  • ¿QUÉ IMPORTA Y EXPORTA ESTADOS UNIDOS?

Los bienes con mayor participación en las importaciones estadounidenses son:

  • Bienes industriales de alta tecnología y mineroenergéticos
    • Máquinas y repuestos: 30 %
    • Automóviles, tractores, camiones y repuestos: 12,5 %
    • Petróleo crudo, derivados y gas: 9 %
    • Productos farmacéuticos y químicos orgánicos: 8 %
  • Bienes agropecuarios7,3 % del total de importaciones

En cuanto a las exportaciones, Estados Unidos vende principalmente los mismos productos que más importa:

  • Máquinas y repuestos: 22 %
  • Petróleo crudo y refinado, derivados y gas: 19 %
  • Automóviles, tractores, camiones y repuestos: 8 %
  • Productos farmacéuticos y químicos orgánicos: 8 %
  • Equipos e instrumentos: 5,72 %
  • Plásticos y caucho: 4,8 %
  • Bienes agropecuarios: 9,3 %
  • LA BALANZA COMERCIAL DE COLOMBIA CON EE. UU.

Estados Unidos tiene un déficit comercial con 101 países y un superávit con 132. Entre las naciones con las que mantiene superávit está Colombia, es decir, exporta más de lo que importa en la relación comercial bilateral.

En 2024, nuestra balanza comercial con Estados Unidos cerró en déficit por undécimo año consecutivo, esta vez por alrededor de 1.600 millones de dólares. Las importaciones sumaron más de 16.000 millones de dólares, mientras que las exportaciones rondaron los 14.400 millones de dólares.

No siempre fue así. En 2012, año en que entró en vigencia el TLC en noviembre, la balanza comercial fue positiva por 8.240 millones de dólares. Sin embargo, a partir de 2014, la relación comercial pasó a ser negativa, con un déficit de 3.190 millones de dólares, y desde entonces se ha mantenido en esa tendencia.

Para Estados Unidos, el comercio con Colombia es marginal:

  • Solo representamos el 0,86 % de sus exportaciones y el 0,49 % de sus importaciones.

Para Colombia, la situación es opuesta:

  • Estados Unidos es el destino del 30 % de nuestras exportaciones y el origen del 27 % de nuestras importaciones.

Por ello, la mayoría de analistas nacionales ven con preocupación cualquier impacto en esta relación comercial.

 

  • LA CONCENTRACIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR COLOMBIANO

Lo que no suelen decir estos analistas es que, mientras el 70 % de las importaciones estadounidenses se distribuye entre bienes manufacturados de alto valor agregado y bienes primarios, agrícolas y mineroenergéticos —productos que Colombia también puede producir—, el 72 % de nuestras exportaciones sigue concentrado en unos pocos bienes: café, flores, oro, petróleo crudo y, como novedad, algunos artículos de aluminio.

Un comportamiento similar, pero más grave, se observa en la balanza comercial con el resto del mundo. En 2024, el déficit comercial de Colombia superó los 10.800 millones de dólares.

  • 57 % de nuestras exportaciones tienen como destino EE. UU. y la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración).
  • 69 % de nuestras exportaciones se concentran en petróleo crudo y refinado, carbón, oro, coque, flores y bananos.

En cuanto a las importaciones:

  • 54 % provienen de Estados Unidos y China.
  • 46 % corresponden a bienes manufacturados como máquinas, repuestos, productos farmacéuticos y químicos, automóviles, tractores y camiones.
  • 9,3 % son petróleo refinado y derivados.
  • 5 % son cereales como maíz, trigo, soya, cebada y arroz.

Es evidente que Colombia tiene una fuerte concentración de sus mercados internacionales y una escasa diversificación de su canasta exportadora, con el agravante de que la mayoría de sus bienes tienen bajo valor agregado, lo que implica una limitada generación de riqueza.

  • LA LECCIÓN DE LA GUERRA COMERCIAL

Lo contrario ocurre con Estados Unidos, razón por la cual los aranceles de Trump están orientados a proteger bienes manufacturados estratégicos y a reducir la dependencia de otras naciones en bienes intermedios. En otras palabras, su política comercial busca defender la soberanía nacional.

Para Colombia, esta guerra comercial es una oportunidad para aprender una lección clave: el desarrollo de las naciones ha estado ligado a la protección temporal de su producción en bienes y servicios estratégicos.

Es fundamental orientar la producción hacia la industria manufacturera, que genera mayor valor agregado y empleo de calidad, debido a sus altos niveles de productividad y rendimiento.

Este proceso requiere un papel activo del Estado para:

  • Fomentar inversión en infraestructura, educación e innovación.
  • Ofrecer crédito con tasas subsidiadas.
  • Facilitar el acceso a tecnología de punta.
  • Aplicar estrategias macroeconómicas como devaluación de la moneda y reducción de tasas de interés.

Colombia ha hecho lo contrario en los últimos 34 años.

  • UN CAMBIO DE RUMBO URGENTE

Nuestro país debe transitar ese camino de forma planificada, con políticas macroeconómicas de corto, mediano y largo plazo. Es necesario estrechar relaciones con el resto del mundo sobre la base del beneficio mutuo y el respeto por la autodeterminación de los pueblos, para abrir nuevos mercados y diversificar la canasta exportadora.

Esta debería ser una discusión central en el país. Sin embargo, seguimos atascados en disputas entre sectores políticos que, tanto en el pasado como en el presente, han gobernado sin una visión de desarrollo.

Quienes están más interesados en las elecciones de 2026 que en atender los problemas esenciales del pueblo colombiano no pueden hacernos perder esta oportunidad de avanzar.