El municipio de Puerto López, conocido por ser el centro geográfico de Colombia y el primer puerto fluvial sobre los Llanos Orientales; recordado también por hechos de violencia como el levantamiento guerrillero en 1948, con las «guerrillas gaitanistas» dirigidas por Eliseo Velázquez, luego la masacre de 85 soldados, 2 oficiales subalternos y un enfermero civil en 1952 en El Turpial – Carubare dentro de la violencia bipartidista de 1948.

Este territorio es conocido por la compra de grandes terrenos por narcotraficantes esmeralderos, terratenientes, fue en este mismo terruño donde hizo simbiosis el paramilitarismo o Autodefensas desde finales de 1980, municipio nombrado por ser el lugar de permanencia y propietario de grandes extensiones de tierra del fallecido esmeraldero y ganadero: Víctor Carranza.

Ha sido un pueblo de alta corrupción e impunidad. Es un pueblo de poéticos amaneceres y atardeceres; rodeado de ríos, caños, humedales y lagunas: río Negro, Humea, Guayuriba, Meta y el Metica, caños como el Banderas y La Venturosa, es el mismo Puerto López que le ha dado el apoyo a una mayoría de «delincuentes corruptos» a administrar el pueblo políticamente, quienes en su afán no han hecho sino enriquecerse y robar. Hoy ese pueblo carece de los mínimos derechos sociales y humanos: no hay un acueducto de «agua tratada» y menos potable y, ni hablar, que los demás derechos son deficientes o depauperados.