HASTA LOS BRUJOS PARA SALVAR LA VÍA
Por: Apolinar Beltrán Villazón



Muchos son los consejos y propuestas que se escuchan para evitar que el río Metica se “lleve” una parte de la vía cerca al puente Carlos Lleras Restrepo. Se oyen ideas de todo tipo: de la ingeniería, de la tradición ancestral y del saber popular.
Los pescadores proponen enterrar dos huesos de manatí para desviar el río; los viejos aseguran que se necesitan “tres brujos”: uno a cada lado y otro en el centro del tramo que el río amenaza con llevarse. Los ingenieros de la concesión hablan de construir un “muro de contención”, mientras los ambientalistas insisten en recuperar el “sendero ecológico”, restaurar los humedales alrededor de la vía y dragar, durante el verano, el cauce original del río que llegaba al puente.


Todo esto ocurre mientras el río Metica sigue “cobrando” el daño ambiental que ha sufrido: colmatación, invasión y deforestación de su margen natural y normativa.
